Arte y Terapia

Me gusta imaginar terapia de las artes como un proceso y no un fin. Un proceso que permite la presencia de la persona para que encuentre un lugar en el que expresar lo que la habita, un proceso mediado por los materiales, por los cuerpos y el dialogo de estos, las resonancias y la escucha. Una propuesta que ayuda al sujeto a restablecerse al ir al encuentro de lo propio gracias al uso de sus capacidades creadoras.

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Un tiempo que viaja entre el adentro y el afuera, y un espacio que convoca a dar un lugar a eso que quiere ser manifestado, a aquello que las palabras quizás todavía no han dado significado o entonación, pero que tiene forma y que nos ocupa.

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La mayor parte de los encuentros siento que los materiales son los verdaderos terapeutas, es en el ponerse a hacer que se va tejiendo un significado, observar lo fenomenológico del encuentro, como responde el material a cada situación que se presenta, a cada acción y nos permite des de el juego, comprender mejor nuestra realidad.

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Desarrollamos tanto encuentros individuales como grupales.

Arte y Alzheimer

No existen estudios concluyentes que nos ayuden a corroborar los beneficios de la terapia de las artes en personas que sufren Alzehimer, pero hace casi dos años que me reúno semanalmente con una paciente, se convierte en un espacio en el que ella puede expresarse, a su ritmo , generar dialogo y ser vista por el otro. Les enfermes de Alzehimer siguen estando y siguen creando y eso tiene un enorme efecto en su estimulación cognitiva.

Me resuena mucho el planteamiento que el filósofo y catedrático de Ética Norbert Bilbeny propone en su libro “la enfermedad del olvido” y que me invitó a leer el compañero de vida de la mujer a la que acompaño,a menudo se dice de la persona que convive con el Alzheimer que ya no son elles, se llega de algún modo a cuestionar que le enferme de Alzheimer deja de ser una persona para ser una fantasma de elle misme, nada más lejos de la realidad, estas personas pierden su personalidad quizás, pero jamás su identidad moral y la sociedad debemos ocuparnos de tratarles con dignidad y con mucho amor.

La terapia de las artes ayuda con todos esos procesos neurodegenerativos que afectan a la cognición, conducta, regulación emocional y capacidad comunicativa.

En mis encuentros he podido verificar como una practica de la terapia de las artes incorporando el cuerpo como material expresivo, y la música,  activan la sensibilidad y la presencia de la persona, mejora la concentración, nos permite sostener más tiempo la atención, trabajar la memoria y la expresión de los sentimientos, disminuye la ansiedad, la frustración y la sintomatología depresiva que a veces acompaña estos procesos.